¡Lánzate a conquistar nuestro entorno!

Salinas de Carboneros, un lugar perfecto para iniciarte como senderista

Poco a poco, la primavera va cobrando mayor protagonismo en un contexto de pandemia en el que, como no podía ser de otra forma, estamos deseosos de reencontrarnos con aquellos escenarios que nos trasladan mil y una emociones y que, sobre todo, nos conectan con aquello que nos hace sentir más libres y felices, la naturaleza.


Naturaleza que, afortunadamente, aquí en Chiclana aflora de este a oeste y de norte a sur y que la Delegación de Medio Ambiente nos invita a descubrir y disfrutar a través de un gran número de rutas que discurren por playas, pinares, viñedos, esteros… Recorridos para disfrutar tanto en familia como en solitario.

Para empezar os proponemos una de las rutas más emblemáticas de Chiclana, de su franja litoral, de baja dificultad e ideal para, con las medidas de precaución preceptivas, adentrarse y conocer uno de los paisajes más característicos de la Chiclana más natural.

Se trata de las Salinas de Carboneros, trayecto que discurre por el Parque Natural de la Bahía de Cádiz y que nos acerca a las dos realidades o joyas de este entorno; su riqueza y singularidad natural y su patrimonio salinero.
Con entrada por la carretera de La Barrosa, a la altura de la urbanización Las Mogarizas (su gran pórtico blanco es muy visible), el camino discurre por una zona de pinares piñoneros (Pinus pinea) de extraordinaria belleza y que en su día fueron plantados para fijar el suelo arenoso, desembocando en la casa salinera de Carboneros (se trata de un edificio bloque, es decir, no cuenta con patio).

Desde este punto, los laberintos de agua y sus innumerables canales cobran protagonismo. Canales que, precisamente, conducen el agua hasta la zona de cristalización de la sal, que se conoce por tejerías.

Se trata de conducciones naturales, ya que el agua va cayendo de forma natural hasta las citadas tejerías, donde, por efecto de la evaporación, toma forma la sal común.

A partir de este punto, el camino se proyecta por la llamada ‘vuelta de afuera’ o ‘muro’ que rodea la salina, cuya misión fundamental para este proceso es impedir la entrada del agua al interior.

Si miramos a la derecha encontraremos el caño de Carboneros, alimentado por el de Sancti Petri, principal aporte de agua del Parque Natural.
A la izquierda nos queda el antiguo estero de la salina, lugar muy apreciado por los ornitólogos y es recomendable realizar un pequeño descanso para disfrutar de aves tales como flamencos, cigüeñas o avocetas.

En este punto tendremos dos opciones para continuar. Si queremos regresar con rapidez al punto de partida, optaremos por tomar el camino que atraviesa el estero. Si, por contra, no tenemos prisa y queremos seguir disfrutando un rato más, podemos continuar por la ‘vuelta de afuera’ hasta alcanzar la parte que colinda con la urbanización de Los Gallos, donde podremos retornar por el mismo camino.