Diez kilómetros; mil emociones a pie de mar

Entre la Torre del Puerco y el poblado almadrabero de Sancti Petri, la ruta de La Barrosa es un verdadero regalo para los sentidos. Una de las grandes joyas naturales de Chiclana

Seguimos recorriendo, descubriendo Chiclana para que te animes a experimentar el enorme placer que genera ‘perderse’ por sus singulares espacios naturales. En esta ocasión, te invitamos a asomarte a unas de sus rutas más bellas y emblemáticas, esa que parte de la Torre del Puerco y se culmina en otro de esos rincones con sabor a mar y almadrabas del que, estamos seguro, has escuchado hablar: el poblado marinero de Sancti Petri.


Son, si vamos disfrutándolo, casi dos horas de paseo, que, en un primer tramo, nos lleva por la zona alta de un bello sistema de dunas que marca el límite entre la línea de playa y ese paisaje interior de verdes intensos que es el Pinar de La Barrosa.

Recorrido este primer tramo en el que enebros y sabinas nos hablan de un paraíso salino, tenemos dos opciones: continuar a través del paseo marítimo o, mucho mejor, bajar hasta la orilla de La Barrosa hasta alcanzar ese otro hito de esta ruta, Torre Bermeja.


En este punto podemos disfrutar de esa mágica conexión visual, histórica y paisajística que existe entre ella, la Torre del Puerco y el Castillo de Sancti Petri.


Si la marea está baja (es lo ideal), continuaremos nuestro paseo por la playa, por su línea de acantilados, que nos llevará hasta uno de los Puntos mágicos más sobresalientes de la localidad, privilegiada atalaya del castillo.

Con esa bella estampa en nuestras retinas seguiremos avanzando hasta alcanzar el poblado de Sancti Petri, sus vistas a la Punta del Boquerón y a ese laberinto de marismas de la Bahía de Cádiz. Última parada de una ruta llena de estímulos, en la que numerosas aves (gaviotas, espátulas, limícolas…) nos recuerdan que nos encontramos en uno de los santuarios ornitológicos de la bahía gaditana.