El corazón de la historia y la religiosidad chiclanera

En pleno centro del casco histórico, la Iglesia Mayor es uno de los grandes referentes del estilo neoclásico de Andalucía

TEXTO y FOTOS: PEDRO LEAL

Hablar de Chiclana de la Frontera, de su dilatada historia, profunda religiosidad y rico patrimonio nos conduce al que, sin lugar a dudas, es uno de sus grandes e icónicos monumentos, la Iglesia Mayor o, también llamada, Iglesia de San Juan Bautista.

Ubicada en el centro histórico, a escasos metros de ese yacimiento en el que se encuentran las huellas más profundas de la localidad, este templo ha sido testigo de algunos de los episodios más sobresalientes de la historia local, algunos de singular dramatismo. 

Sucesos que, como la propia Guerra de la Independencia (las tropas francesas utilizaron la iglesia como cuartel y caballerizas) , marcaron para siempre su construcción, provocando que su culminación (posteriormente retomada) no respondiese al proyecto original, ese que en 1776 comenzó a ejecutarse conforme a los planos de uno de los arquitectos más destacados de la época, Torcuato Cayón de la Vega, gran exponente de la transición del barroco al neoclásico en la provincia.

Como aún se puede observar, su cúpula no refleja la majestuosidad proyectada originalmente y en su fachada no lucen los campanarios diseñados en origen, gran anhelo de los Chiclaneros.

Frustrada su culminación por la Guerra de la Independencia, sigue pendiente de los campanarios

Declarada monumento Bien de Interés Cultural (BIC) en 1975, la Iglesia Mayor (cuyo testigo tras la muerte de Torcuato Cayón tomó Torcuato José de Benjumeda) se alza sobre una planta de salón con tres naves y presume de un aire catedralicio, estructurándose en tres calles articuladas de cuatro majestuoas pilastras de orden jónico.

En su interior se conserva parte del bajorrelieve dedicado al Descendimiento que perteneció a su retablo mayor (obra realizada hacia 1552 por el escultor de origen flamenco Roque Balduque junto al pintor Andrés Ramírez), así como dos lienzos barrocos atribuidos a la escuela de Zurbarán.

Ligada a ella, en el entorno de la Plaza Mayor, se encuentra el Arquillo del Reloj, de planta cuadrda y aislada, pero de él ya hablaremos en otra ocasión.

Visita obligada para chiclaneros y visitantes, contemplar la majestuosidad de sus naves y columnas es uno de los grandes placeres que ofrece el patrimonio  religioso de nuestra localidad.