Pepa Marín Vitini, alma del Balneario del siglo XXI

PEPA MARIN VITINI / GERENTE DEL BALNEARIO DE CHICLANA

Joven, mujer, chiclanera y emprendedora, ha logrado poner en valor uno de los grandes iconos históricos y turísticos de Chiclana, el Balneario de Fuente Amarga, convirtiéndolo en afamado referente nacional de salud, bienestar y estética.

Cuenta la historia que fue en 1803 cuando de forma accidental se descubrieron las aguas por las que, desde entonces, fluye la vida del Balneario de Chiclana. Un pastor pudo constatar como aquellas aguas en las que, día a día, se bañaba alegremente su perro acabaron por sanar al animal de sus problemas en la piel.

Desde entonces, el eco de las propiedades de las aguas ‘milagrosas’ de Fuente Amarga se extendió más allá de las fronteras naturales de la localidad, convirtiéndose éstas en lugar de peregrinación de miles de personas.

No obstante, no fue hasta 1869 cuando el balneario fue una realidad, siendo adquirido décadas más tarde por José Marín Verdugo.

“El Balneario ha sido siempre algo muy importante para mi familia e, indudablemente, siempre he estado muy ligada a él; allí jugué y corrí durante mi infancia”, recuerda Pepa Marín Vitini, nieta de José y actual gerente del Balneario.

La historia del Balneario no ha sido un camino de rosas e, incluso, mi padre, que estuvo al frente de él desde 1986, planteó su venta”.
“La crisis económica”, subraya, “acabó por poner su viabilidad contra las cuerdas y la acción del administrador con el que contó antes de que yo mi hiciese cargo complicó aún más su situación”.

“Aunque me costó convencer a mi padre para ponerme al frente, el esfuerzo ha valido la pena”

PEPA MARIN VITINI

“Recuerdo”, apunta, “que viví ese periodo con especial pena y preocupación, ya que yo trabaja en él desde 2008 (lo compatibilizaba con mis estudios de empresariales) y me rompía el alma ver lo que estaba pasando”.

Tenaz, trabajadora y con un sinfín de ideas para poner en práctica, Pepa Marín no lo tuvo nada fácil para convencer a su padre para que la pusiera al frente del Balneario.

“Le insití en multitud de ocasiones. Me vía con ganas, capacidad e ilusión para frontar el reto y fue en 2013, después de muchas peticiones, cuando, por fin, logré convencerlo”.

“La verdad es que los primeros años no fueron fáciles. Tuve que ajustar el tema relativo a proveedores, personal, etc. para, cuando menos, frenar la sangría y enderezar la proa”.

Consciente de que el futuro del Balneario pasaba por mostrarlo a más potenciales clientes y ampliar el  perfil de los mismos (entonces muy supeditado a los programas del Inserso), “comenzamos a realizar campañas a través de internet y, por otra parte”, apunta, “afrontamos la renovación de las instalaciones”.

“En muy poco tiempo hemos modernizado nuestra imagen y servicios y atraído a nuevos clientes”

PEPA MARIN VITINI

“Aunque éstas estaban en perfecto estado, tenía elementos muy antiguos y proyectaba mucha oscuridad, así que en 2015 comenzamos a sustituir el color caoba por el blanco y, además, introdujimos cosas tan necesarias como el registro de datos, lo que nos permitió comenzar a  fidelizar al cliente a través de una atención cuidada y personalizada”.

Cambio de imagen y de gestión que vino acompañada con una ampliación paulatina de los servicios (tratamientos termales, fangos terapeuticos,  masajes, belleza, etc.) con la participación de destacados profesionales .

“Como han podido constatar nuestros clientes, a lo largo de los últimos años no hemos parado de avanzar en mejoras para lograr convertirnos en un balneario de referencia”. 

“También”, señala, “hemos desarrollado jornadas de puertas abiertas y campañas para atraer a los propios chiclaneros, que sabían que el Balneario estaba ahí, pero desconocían su modernización, servicios y bondades”.

Con todos estos esfuerzos, liderados por una mujer que reúne todo ese valor emprendedor por el que siempre han sido conocidos y reconocidos los chiclaneros, el Balneario de Chiclana es hoy por hoy un atractivo diferenciador de la oferta turística, de salud y belleza de la localidad, tal y como lo atestigua el número y la diversidad de clientes que  recibe a lo largo del año.

Estamos muy satisfechos de lo que hemos logrado en estos últimos años de duro trabajo”, concluye Pepa Marín Vitini, “pero también somos conscientes de que aún tenemos nuevos y estimulantes retos por delante para, tal y como es nuestra intención, seguir siendo un balneario de referencia a nivel regional y nacional y, con ello, impulsar el destino Chiclana”.