La Iglesia Mayor de San Juan Bautista, una referencia patrimonial

La Iglesia Mayor de San Juan Bautista es uno de los principales referentes patrimoniales de Chiclana, no sólo a nivel visual, con su imponente fachada de estilo catedralicio, sino también por su ubicación y, sobre todo, por su valor arquitectónico.

La Iglesia Mayor de San Juan Bautista, de estilo Neoclásico, está considerada Bien de Interés Cultural desde 1975, lo que le ha valido para cobrar relevancia mayor relevancia aún dentro del patrimonio cultural y religioso de Chiclana. 

Llegó a convertirse en cuartel del ejército francés durante la ocupación napoleónica, allá por principios del siglo XIX.

Ubicada en la plaza Mayor, se alza sobre una planta de salón co tres naves, una central más ancha y dos laterales que quedan separadas de la primera por pilares cuadrados con pilastras de estilo jónico adosadas. 

A los dos lados de la capilla mayor, de planta rectangular, se localizan otras dos capillas menores de planta elíptica. Toda las cubiertas se resuelven mediante bóvedas vaídas.

La actual Iglesia Mayor de San Juan Bautista cuenta con una doble historia. Y es que su construcción primitiva data del año 1510. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1576 para ver concluida la sacristía y la torre. En el siglo XVIII se puso fin a su primera etapa al acometerse el derribo casi total de la misma tanto por su deficiente estado de conservación, prácticamente en ruinas, como por la imposibilidad de acometer la ampliación prevista.

Así, de aquella primera construcción apenas quedaron unos restos, como el bajorrelieve de su retablo Mayor.

Fue en 1776 cuando comienza a levantarse ya la que hoy en día conocemos con Iglesia Mayor de San Juan Bautista bajo la dirección del arquitecto Torcuato Cayón de la Vega.

Tras muchas vicisitudes, entre ellas el fallecimiento del arquitecto y su relevo por parte de su discípulo Torcuato Benjumea, la falta de fondos y la suspensión de las obras durante la ocupación francesa, fue finalmente en 1814 cuando quedó consagrado como templo.

Durante la citada ocupación francesa, la iglesia sufrió grandes desperfectos al ser adaptada como cuartel general de las tropas napoleónicas. 

Hoy en día, aun quedan pendientes de construir las dos torres campanarios proyectadas en su día por Torcuato Benjumea, un proyecto que en los últimos años se ha pretendido retomar, sin que hasta el momento se haya podido ejecutar.