Seguir creyendo

Ni en nuestros sueños más delirantes contemplábamos la posibilidad de que, tal día como hoy, tuviésemos que dedicar un número de nuestra publicación a hablar de una pandemia. Nadie, absolutamente nadie, podía pensar que las agitadas y alegres calles de Chiclana darían paso a un decorado propio de esas películas hollywoodenses de tono apocalíptico.

Pero, una vez más, al igual que sucediera años atrás con la crisis económica, la vida nos ha sacudido para recordarnos que, para bien o para mal, nada es para siempre, que, quizás, somos más frágiles de lo que pensamos. Una sacudida que, pese a sus graves efectos, ha vuelto a sacar lo mejor de una sociedad, la chiclanera, que, desde el primer momento, ha tenido un comportamiento ejemplar, dando muestras de responsabilidad y, sobre todo, de solidaridad.

Valores que han demostrado con creces sus comerciantes, empresarios, sanitarios, transportistas, hosteleros, mayoristas, instituciones, ONGs, agricultores, educadores, familias… y que nos hacen ser optimistas de cara a un futuro, muy próximo, en el que Chiclana, una vez más, demostrará sus potencialidades y atractivos para volver a ser lo que siempre ha sido, una ciudad vital, alegre, emprendedora, creativa y solidaria. Nosotros, como siempre, estaremos ahí, apoyándola.  

FOTO: PEDRO LEAL