¿Conoces tus derechos asertivos?

Los seres humanos por el mero hecho se serlo asumimos unos derechos que nos corresponden intrínsecamente. Hay personas que los conocen y ejercen sus derechos pero también las hay que por imperativo social no los hacen valer, ya que algunos de ellos “está mal visto por el qué dirán”.

Os comparto una lista de 10 derechos asertivos que te harán recapacitar y tomar conciencia de si eres de las personas que haces valer tus derechos o no.

Según Smith, los derechos asertivos son los siguientes:

1. Derecho a ser tu propio juez. Es el derecho principal. Implica que cada persona tenga su propia opinión, creencias, sistema de valores y poderlo expresar independientemente de que a los demás no les guste. Tú eres el máximo responsable de tu vida.

2. Derecho a elegir si nos hacemos responsables de los problemas de los demás. Este derecho defiende que respetemos nuestros intereses al igual que los de los demás, cuando discrepemos podamos buscar solución y si no la haya, siempre tenemos derecho a anteponer nuestras necesidades a las de los demás. Si no ejercemos este derecho, según Smith, los demás podrán manipularnos y presentarnos sus problemas como si fueran nuestros. Este derecho entra en discordancia con la idea de que no debemos decir o hacer nada que dañe a los demás, por supuesto este derecho no va en contra de ello, pero aunque es preferible no herir a los demás, no es sano pretender exigirte no dañar nunca a nadie.

3. Derecho a elegir si queremos o no dar explicaciones. No estamos obligado a dar explicaciones a los demás para que ellos decidan si nuestra conducta es acertada, incorrecta o intentar convencerlos de que no te equivocas. Nosotros mismos somos los verdaderos responsables de nuestra vida, conductas y emociones, y aunque los demás tienen el derecho de decirnos que no les gusta algo que hayamos hecho, no estamos en la obligación de dar explicaciones.

Cambiar de opinión es algo saludable ya que la realidad es cambiante y compleja

OLIVA CASTRO

4. Derecho a cambiar de opinión. Cambiar de opinión es algo saludable ya que la realidad es cambiante y compleja. Si nos guiamos por la idea de que una vez que nos comprometemos en algo no debemos cambiar de opinión, y si lo hacemos estamos obligados a explicarlo y justificarlo, estamos rechazando este derecho tan importante.

5. Derecho a cometer errores. Si tendemos al perfeccionismo pensando que no debemos equivocarnos, esta autoexigencia nos llevará a pensar y sentir que equivocarse es terrible, que somos unos inútiles y que hemos hecho algo malo. Sin embargo, reconocer que errar es de humanos, que es algo normal y sin sentirse culpable por ello, ayudará a no sentir ansiedad ni emociones negativas asociadas.

6. Derecho a decir “no lo sé”. Derecho a decir que no sabemos algo cuando requiere que lo sepamos, o también preguntar cuando desconocemos algo. Aceptar que es imposible saberlo todo y no necesitamos saber de todo para sentirnos bien y eficaces.

7. Derecho a no necesitar la aprobación de los demás. Las personas tendemos a querer gustarle a todo el mundo y aunque eso es grato, la realidad es que es imposible. Hay que aceptar con naturalidad que hay personas a las que no les gustamos y no pasa nada por ello.

8. Derecho a tomar decisiones ajenas a lo lógica. Hay personas que pueden utilizar algún argumento con nosotros juzgando de que lo que hemos hecho es “ajeno a la lógica”, haciéndonos sentir culpable por desear algo “ajeno a la lógica” y que si no tenemos bien claro este derecho, tendremos muchos problemas de este tipo mencionado.

9. Derecho a no comprender las expectativas ajenas. Algunas personas creen que los demás debemos adivinar sus necesidades y expectativas, pretendiendo hacer culpable a la otra persona si ésta no sabe sus necesidades en ese momento. No tenemos derecho a adivinar nada, si a la otra personas le ocurre algo no tenemos por qué saberlo si no nos lo verbaliza de alguna manera.

10. Derecho a no intentar alcanzar la perfección. Las personas no debemos alcanzar la perfección puesto que no existe, tenemos unas limitaciones. Sólo basta si hacemos las cosas de la mejor manera posible.

Una vez conocidos los derechos asertivos, ¿hay alguno que no ejerzas? ¿Reconoces alguno que sí lo lleves a cabo y lo hagas respetar?

OLIVA CASTRO

Psicóloga Sanitaria